Las 10 diferencias entre la radio española y la radio estadounidense
Siempre pensando en la radio
Vivir en Estados Unidos me ha dado una gran perspectiva. Quizá las primeras cosas en las que se fija uno son aquellas por las que siente una especial afección o por las que siente pasión. En mi caso la radio es una de ellas. Durante mucho tiempo he vivido por y para la radio. Por eso, cuando visito un nuevo país, lo primero que hago es girar el dial. Me gusta escuchar, analizar, descubrir esos otros elementos que podríamos implementar en nuestras emisoras para hacer de la radio española un medio aún mejor.
La radio… ecosistema de emociones portátil.
Siempre conectado a la radio
Pero la radio ya no es el antiguo transistor de nuestros abuelos. Ahora la radio significa mucho más. Por eso el hecho de que haya estado en Estados Unidos no significa que haya vivido desconectado de la radio española. Tengo un receptor de radio Wifi, con el que puedo sintonizar cualquier emisora de radio del mundo que emita en streaming. Es un Grace Mondo. Un receptor no muy aparatoso que, además de poder sintonizar la radio por streaming, también dispone de servicios de música a la carta como Pandora y iHeart Radio. Tiene conexión USB para poder escuchar toda mi música y su propia App para poder manejarlo desde cualquier smartphone.
Sintonizar la radio con este tipo de receptores es una experiencia muy distinta a la FM de la radio española y en cierto modo recuerda a la onda corta, donde se podían sintonizar emisoras de radio de países remotos. No tiene el mismo encanto es cierto, pero la calidad de sonido no tiene punto de comparación. En el caso de las grandes cadenas de la radio española, por ejemplo, puedo escoger la señal de distintas ciudades. A veces sintonizaba Onda Cero Valencia, otras Cadena Ser La Rioja, otras Radio 4 Catalunya o incluso radios locales o municipales que tienen su propio servicio de emisión por Internet… las posibilidades son infinitas.
La radio… compañía para llevar
Del mismo modo, puedo sintonizar cientos de emisoras estadounidenses, de cualquier estado, de cualquier tamaño y de cualquier rango de cobertura.
Escuchando unas y otras estas son las diez diferencias que he encontrado entre la radio estadounidense y la radio española.
Las 10 diferencias entre la radio estadounidense y la radio española
1. Los domingos por la tarde por el fútbol me abandonas
Entre Barcelona y Los Angeles hay nueve horas de diferencia. Eso significa que si me levanto un domingo a las nueve de la mañana en LA, en España son las seis de la tarde. A esas horas si se trata de una cadena de radio española, sea cual sea, sólo puedo escuchar fútbol o música. Las convencionales se obcecan con el fútbol, las musicales siguen repitiendo sus listas de éxitos. Pero no hay nada más, ninguna otra oferta. Considero que es lamentable.
En cuanto a las emisoras independientes, locales o municipales, quizá haya excepciones, pero sólo puedo decir que cuando yo he trabajado en una emisora comarcal e independiente (sin obligaciones de parrilla), el sábado por la tarde tocaba cubrir el fútbol lloviera o hiciera sol.
Qué canción tan acertada aquella de Rita Pavone: «Por qué los domingos por el fútbol me abandonas, no te importa que me quede en casa sola«. Así me quedo yo los domingos por la tarde (por la mañana cuando estaba en Los Angeles), abandonado por la radio, sin grandes esperanzas de encontrar una programación de interés y de calidad en el dial.
Al final, desesperanzado, acababa sintonizando la emisión de Radiopodcastellano, que siendo radio amateur (con todas las carencias que eso supone), suplía mis necesidades como oyente mucho más que cualquier gigantesca cadena de radio española. ¿Cómo es posible que tantos millones de euros invertidos en tecnología y recursos humanos se empeñen en satisfacer un pequeño colectivo de personas interesadas por el fútbol? ¿O es que quizá no me he dado cuenta y el colectivo después de todo no es tan pequeño? ¿No será que todas las radios lo hacen así, porque siempre se ha hecho así? ¿De verdad no hay ningún director de ninguna radio que haya pensado en los oyentes no futboleros? ¿Y ese formato, en mi opinión tan… antiguo? Tal vez deberíamos reflexionar sobre esto. Pensemos en la radio española de otro modo.
¿En Estados Unidos no hay fútbol el domingo por la tarde? ¡Por supuesto que sí! Pero también béisbol, baloncesto, fútbol americano y otros muchos más deportes. Y además sobran emisoras con otras temáticas. La diversidad es descomunal. Cada emisora elige su target, su oyente modelo y le da aquello que le pide. Esto es posible, entre otras cosas, gracias a la diversidad de emisoras de radio de las que hablaremos en el siguiente punto.
Los domingos las radios españolas convencionales se obcecan con el fútbol
2. La diversidad de emisoras
Somos distintos, los estadounidenses y los europeos somos muy distintos, más de lo que nos imaginamos. Al analizar la radio estadounidense y la radio española lo vemos mucho más. Tenemos una historia distinta y la radio es un reflejo fiel de la sociedad donde emite. Así que la radio también es completamente distinta, partiendo de la estructura básica de organización y emisión.
Aquí, en España, todos conocemos un poco por encima la historia de la radio: una empresa privada pone un poste. Cada cierto tiempo el gobierno saca a concurso nuevas licencias para emitir y misteriosamente casi siempre se las llevan las grandes, algo de lo que ya hablé ampliamente en el Proyecto On The Air. Pablo Molina, por su parte, hizo un gran trabajo en su artículo, La radio en España. Piratas y corsarios, donde se ve cómo el 72% cae en manos de empresas privadas. No voy a juzgar ahora el sistema de adjudicaciones de radiofrecuencias comerciales en España, pero esto tiene consecuencias: que sólo hay cuatro o cinco grandes grupos de radio en España. Y la escasez de oferta en un sector a largo plazo casi siempre en un síntoma de mala salud económica. No hay más que ver los números de las grandes cadenas de radio.
La radio en España. Piratas… on Scribd
La diversidad en el territorio español es mínima. Puede que difieran en el color político unas de otras, pero las opciones para poder escoger en el dial son muy pocas. Por otra parte, las pequeñas emisoras independientes, locales o municipales tienen muy poco apoyo, cuando por todos es sabido que el peso de la radio, la verdadera fuerza de comunicación de la radio está en las pequeñas emisoras, en las emisiones locales, en la información que habla de nuestro barrio, de nuestro entorno, de nuestra ciudad.
No creo que haya escasez de emisoras independientes en España (sí que podría haber más), pero considero que la mayoría de la audiencia sintoniza emisoras de las grandes cadenas, sin ser conscientes que son las emisoras de barrio las que hacen un bien informativo y social mucho más preciso y directo. Un locutor, con toda su buena intención y profesionalidad, hablándome desde Madrid poco puede hacer por mí, poco puede saber lo que pasa en mi aldea.
Tal vez una de las causas precisamente es la saturación del espectro radioeléctrico y que esa saturación sea por los numerosos postes que puede tener una misma cadena, sin dejar un lugar para las pequeñas. También hay truco en la legislación de potencia, permitiendo que las grandes puedan instalar repetidores con gran potencia y las pequeñas, las municipales, por ejemplo, sólo puedan emitir con unos pocos watios, sin garantías de que lleguen a todos los rincones del municipio con una calidad óptima. He vivido casos en los que no he podido sintonizar bien la radio de mi pueblo porque su punto del dial estaba situado entre dos gigantes que interferían en la débil señal del emisor local. Y nadie puede hacer nada.
Se calcula que hay más de 5.000 postes emisores de radio en toda España. Sin embargo, un gran número de todas estas emisiones cae dentro de las grandes corporaciones (que son muy pocas). Es una triste realidad que en España los medios de comunicación están en manos de dos o tres grandes grupos de comunicación. Aquí podemos ver el elenco de cadenas de radio convencional en España. Después podríamos pensar en las radios autonómicas y finalmente en las temáticas, que casi siempre son musicales y pertenecen a estos mismos grupos.
¿En Estados Unidos hay cadenas de radio? ¡Por supuesto que sí! pero en proporción son muchas menos. No las he contado, pero puedo mencionar la estatal PBS Radio, algunas que dependen de grupos de comunicación más grandes como Fox Radio. El grueso, la fuerza de la radio en Estados Unidos está en las pequeñas emisoras independientes. Estudios con un poste de radio de emite a unos cuantos kilómetros a la redonda y poco más.
Son todas esas emisoras con nombres formados por consonantes que siempre incluyen una K y una W: KCSN, KBLX, KPFA, KALW y así ad intinitum. No sólo es una cuestión de la abundancia de emisoras independientes, sino también de la conciencia del ciudadano estadounidense, la cultura de escuchar la emisora más cercana en su territorio y tener la certeza de que el poder masivo de la información está diseminado por todo el país, descansando en los postes de estas pequeñas emisoras de radio. Tal vez tengamos algo que aprender.
Un locutor hablándome desde Madrid poco puede hacer por mí
3. La diferencia de potencia
En Estados Unidos la limitación de potencia es mucho menos limitada que en España y el resto de Europa. Esto tiene su lógica, porque tienen que cubrir grandes extensiones de terreno. Más terreno, más watios para cubrir la zona. Es una cuestión de territorio. Hagamos unos cálculos.
Durante años trabajé en una emisora de la provincia de Córdoba que tenía en su excitador 1,8 KW de potencia. Con eso, teniendo en cuenta que la orografía era montañosa y muy irregular, apenas podía cubrir el sur de la provincia; por mucho que optimizasen las antenas, apenas cubría 70 kilómetros a la redonda. Se cambiaron los cables coaxiales, se pusieron dipolos nuevos y la torre tenía una situación más o menos decente. (El mismo lugar donde la antigua Telefónica puso uno de sus postes de móviles, entiendo que entonces sí que era un buen sitio). Sin embargo, la emisora no alcanzaba más de 70 kilómetros. Pero con esta potencia sería más que suficiente para cubrir diez veces Andorra o dos veces Luxemburgo. Es una cuestión de territorio. En Andorra bastaría una docena de watios para cubrirlo todo, en Córdoba hacen falta 1800 watios.
Sin embargo, en Estados Unidos, donde todo es horizontal, 2 KW apenas serían suficientes para cubrir una ciudad pequeña. De hecho, las emisoras universitarias cuentan con una potencia de 1KW. El mantenimiento del centro emisor en una universidad estadounidense no es un problema, porque cada alumno paga una matrícula de entre 10.000 y 70.000 dólares al año. Con todo ese dinero no creo que el mantenimiento de un emisor sea un problema.
Supongo que esta diferencia responde a la lógica diferencia de la amplitud de terreno entre un país y otro. Aún así considero que las limitaciones de potencia impuestas en España son excesivas. No sólo para el espectro comercial de FM, sino para el resto de frecuencias. Echo de menos poder subir la potencia de una emisora, ya sea en 27 Mhz (máximo 4 Watios, 12 W en bandas laterales), que en 88 Mhz (depende de lo que diga la autoridad competente).
De todos los centros emisores que he visto en España (y he visto unos cuantos) la potencia que más se repite ronda la 2 KW de media. Por supuesto que los he visto hasta con 5 KW, pero son casos menores. Para que nos hagamos una idea, (y esto es muy relativo), con 2 KW de potencia en FM se pueden cubrir unos ochenta kilómetros a la redonda, si no hay muchos obstáculos. La cobertura no es proporcional a la potencia (al menos no exactamente), pero nos puede dar una idea de cómo trabajan las emisoras de radio.
¿Potencia en Estados Unidos? Respuesta corta: La que quieras. Los emisores suelen tener entre 5 y 10 KW, algo comprensible si se trata de cubrir extensas zonas de terreno que suelen ser unas diez veces los territorios de España. Estados Unidos está hecho a lo ancho y España a lo algo. Es lógico pensar que Estados Unidos se puedan configurar emisores con más potencia. Esto elimina también la idea de que una pequeña emisora no tenga mucho alcance. Cada emisora independiente cuenta con su torreón en propiedad, irradiando miles de watios repartidos en varias antenas. Por otra parte, algunas cadenas de radio pueden acumular entre todos sus emisores más de 55.000 watios.
En bandas de radioaficionados he visto amplificadores lineales de 5.000 watios, suficiente como para hacer rebotar la onda en la ionosfera hasta llegar a China. A nivel personal tengo la percepción de que hay más libertad para emitir en frecuencias raras o de menos uso, como la banda de los 10 Ghz.
4. La diversidad de radios temáticas
Una vez, el coach Sergio Fernández, logró hacer que la entonces Punto Radio firmara con él un contrato para que pudiera poner en marcha un programa de desarrollo personal en prime time. Fue un hito en la historia de la radio, al menos en cuanto a temática se refiere. Pensémoslo un momento, en 2001 comprar un libro autoayuda de Wayne Dyer era propio de personas depresivas y en 2011 había en España un programa de radio dedicado a esa temática. Fue un gran cambio. Y la verdad es que las cosas iban bien… hasta que la radio quebró.
Lo que quiero decir con esto es que el oyente español ya está preparado para escuchar otras cosas en la radio. Hubo un tiempo, quizá en los años noventa, en los directivos podían decir: «Esto que emitimos es de poca calidad, podríamos hacerlo mejor, pero es lo que quiere el oyente«. Esto ya no es así. Con la llegada de la globalización la oferta cultural, incluso en sonido, ha aumentado radicalmente. Ya no vale cualquier cosa, ya no vale el mismo locutor de hace veinte años dando las mismas noticias, haciendo el mismo formato de radio. Es necesario un cambio, no porque lo diga yo, sino porque es lo que pide el oyente.
Sin embargo, en España sólo podemos distinguir:
- Radio Convencional: Personas que hablan sobre temas que no son siempre los que quiere el oyente.
- Radio Fórmula: Listado de cincuenta o cien canciones en bucle durante veinticuatro horas al día.
- Casos excepcionales: Radio María, la cadena de emisoras de divulga la palabra de Dios; me parece loable lo que ha conseguido esta emisora con el paso de los años, al margen de la información que esté divulgando. RNE Clásica, que merece especial mención por su excepcional calidad de sonido y por su plena dedicación a una temática minoritaria como la música clásica.
No hay nada más, no hay otro tipo de emisoras. Eso es todo. Compruébalo. Gira el dial de extremo a extremo, esto es todo lo que podrás escuchar.
En Estados Unidos abundan las radios convencionales, de eso no hay duda, pero cada emisora tiene programas específicos, con un público muy concreto. Al ser emisoras independientes, la programación se adapta como un guante a la sociedad a la que da servicio. ¿Qué sentido tiene hablar del frío y las heladas en California? ¿Y de los tornados en Alaska? ¿Entonces por qué cuando escucho la Cadena Ser u Onda Cero sé perfectamente la temperatura que hay «en el exterior de nuestros estudios en Madriz«, pero no sé la que hace en mi pueblo? La diversidad en las emisoras de radio estadounidenses, en mi opinión, florece de manera más evidente que en España.
Si pasamos a las emisoras on line la diversidad en Estados Unidos se hace aún más brillante, si cabe. En España hay emisoras online serias, de eso no hay la menor duda. Podemos destacar Radio Cable, que nació en el año 2001, aún sigue en activo y cuyo fundador Fernando Berlín, es un invitado frecuente en Cadena Ser y algunos programas de televisión a nivel nacional. Sin embargo, en Estados Unidos, las radios online están ofreciendo una verdadera alternativa a la radio convencional, con emisoras temáticas, especializadas en asuntos que jamás hubiéramos podido imaginar. Para muestra un botón:
- DogCat Radio. La radio para perros y gatos: Uno de los casos más sonados en los últimos meses ha sido el de Dog Cat Radio, una emisora de radio de Los Angeles dedicada en exclusiva a nuestras mascotas. La idea de sus creadores es entretener a las mascotas cuando sus dueños están fuera de casa. Les ponen canciones que «les gustan» y les dan consejos, como que sean buenos con el cartero, que no ladren mucho o que no estropeen los cojines. Ahora, incluso emiten en español, debido a la alta densidad de población hispanohablante en California. Además tienen un apartado exclusivo para adoptar animales. Reciben 8.000 visitas diarias.
- Radio Disney: Poco que explicar. Es una cadena de radio que emite música y contenidos dirigidos a los niños desde 1996.
- Radios deportivas: Emisoras de radio dedicadas en exclusiva a los deportes. No al fútbol, sino a los deportes, ofreciendo retransmisiones en directo, sí, pero también entrevistas a los jugadores, ofreciendo los resultados. En definitiva, tratando el deporte desde una perspectiva completa, en todos sus aspectos. Una amplia visión del deporte que quizá deberíamos tener en cuenta en España a la hora de diseñar las parrillas de las emisoras convencionales.
- Radios para mujeres: Empresas de radiodifusión que crean contenidos exclusivamente para el público femenino. En España hemos llegado a verlo en canales de televisión (Cosmopolitan, Divinity), pero nunca hasta ahora en la radio. Mientras, en Estados Unidos es toda una realidad y como ejemplo podemos escuchar W4WN.
- Radios para el colectivo Gay: Era sólo cuestión de tiempo que en Estados Unidos aparecieran radios dirigidas en exclusiva a colectivos que han demostrado una gran cohesión entre sus miembros. Algunos ejemplos pueden ser FM Circuit Pride, Puget Sound FM… Y ya en Internet: Gay Internet Radio Live o Gay Life Radio.
- Radios de tráfico: Existen emisoras de radio que se limitan a retransmitir constantemente el estado de las carreteras de una determinada región. Son esas mismas emisoras cuya frecuencia anuncian en los carteles de las carreteras, sólo que en Estados Unidos hay multitud de ellas y dedicadas exclusivamente a ese fin.
- Radios de comunicaciones: Aún ignoro la razón, pero existen también una gran multitud de emisoras en FM y en Streaming que se limitan a hacer de repetidor de las comunicaciones privadas (quizá no tan privadas) de cuerpos de seguridad y de emergencia. Puedo escuchar parte de lo que dice la policía, e incluso hay una radio que se llama Railroad Radio Los Angeles, donde se pueden escuchar las comunicaciones entre los trenes. También existe la radio del departamento de bomberos de Los Angeles, que emite las comunicaciones entre los agentes del cuerpo. Esto, para un apasionado de la radio es sencillamente alucinante, quizá lo más alucinante desde lo de las misteriosas radios de números.
Y así continúa la lista. En España aún nos queda mucho que aprender sobre micronichos, micromercados, público específico, audiencias pequeñas, usos creativos de la radio, usos específicos, radios con un uso limitado pero muy activas, muy útiles para la sociedad. Los oyentes están dejando de ser oyentes para pasar a ser (como dice Pepa Fernández), «escuchantes».
Otro dato importante que quizá nos pueda hacer reflexionar es que la mayoría de las emisoras de radio más antiguas, que más años llevan emitiendo ininterrumpidamente, están situadas en Estados Unidos y ninguna en España. Tal vez el hecho de que en España se empezara a emitir en 1924, («oficialmente»), no sea un dato lo suficientemente relevante al lado de emisoras que aún están activas y que llevan radiando información desde 1909.
La radio… mundo sonoro virtual que se hace reflejo de lo real.
5. La diversidad en la tecnología de difusión
¿Qué es la AM y la FM?
Sólo para que nos hagamos una idea básica de cómo funcionan y la diferencia entre la AM y la FM… La amplitud modulada o AM, genera una onda muy grande, por lo que es más fácil que se vea perturbada por los agentes meteorológicos o radioeléctricos, pero también llega mucho más lejos, a pesar de los obstáculos; eso sí, la calidad de sonido no es muy buena. La FM genera una onda más pequeña por lo que se comporta de un modo parecido a la luz: «llega a donde ve». Si hay una montaña de por medio es fácil que la onda se debilite notablemente y se produzcan interferencias; pero su calidad de sonido es en estéreo y notablemente mayor.
AM y FM Española
Pues tengo la sensación de que España se ha afeccionado a la FM. Durante mucho tiempo España fue un país de Onda Media. En los años setenta la FM empezó su andadura, unos treinta años después de que Edwin Howard Armstrong la inventara (1941) y se popularizara en Estados Unidos. Hubo un tiempo en que AM y FM convivieron, pero poco a poco la Onda Media fue quedando relegada a ser una mera emisión facultativa. Sólo como excepción la Cadena Ser aún en 2014 desdoblaba la programación cuando había eventos importantes, como dos partidos de fútbol a la misma hora. El resto de cadenas, o han desconectado sus antenas o las mantienen repitiendo la misma señal que ofrecen en FM.
España se ha afeccionado a la FM
Onda Corta española
En cuanto a la Onda Corta en España, la historia ha sido una evolución descafeinada con un final triste. Casi nadie en España es consciente de las bondades y el potencial de la Onda Corta. Radio Exterior de España se deshizo de las emisiones en onda corta en 2014 y cada vez son más las empresas de radio que se suman a la oleada de cierres de emisoras de Onda Corta, ignorando el extraordinario potencial servicio que están brindando. Es una pena.
Así que si la AM es una emisión facultativa y la Onda Corta se está extinguiendo, lo que nos queda es la FM, mucha FM, casi 5000 emisores en toda España, como hemos dicho. Nos encanta la FM, todo el mundo sabe lo que es la FM, la gente adora la FM y los directivos de las empresas de radio también… Pero la realidad es que se está quedando obsoleta. Tanto que algún que otro país ya ha anunciado que se deshará de ella en breve.
La TDT
Sí, parece que se han otorgado algunas licencias para poder emitir radio en TDT y como siempre, casi todas han caído en manos de las grandes corporaciones. Puedo destacar Vaughan Radio, como la empresa quizá más pequeña que ha conseguido hacerse un hueco en TDT. No obstante, la audiencia a través de esta plataforma no es muy abultada, al lado de los 4,000.000 de oyentes que sintonizan cada día la radio a través de FM (al menos eso dice el EGM).
DRM (Digital Radio Mondiale) y DAB (Digital Audio Broadcasting) en España
En cuanto al DRM ya sabemos que España no está poniendo ningún interés. Hubo una serie de emisiones experimentales en 2007 por parte de la Cadena Ser y otras tantas en RNE, pero no parece que termine de despegar. Sin embargo, cuando estuve en el verano de 2013 en Italia, en la radio no paraban de lanzar cuñas promocionales de la nueva era del DRM, de que la radio digital ya estaba aquí y que había que sumarse al cambio.
Creo que ha quedado demostrado que en España no se nos dan muy bien los cambios: sólo hay que ver la manera tan desordenada y desastrosa en la que se ha ido implementando la TDT, con constantes reordenaciones de canales o incluso estorbando a la propia llegada del 4G. El DRM y el DAB no es interesante en España, quizá por estas razones o quizá porque el DRM ha llegado tarde y en realidad ya no es una opción frente a las ofertas de difusión a través de Internet y otras.
Radio por Internet en España
Por último está la retransmisión en streaming, que parece implementarse en España de manera constante, gracias a iniciativas (no españolas) como la californiana Tune in.
En Estados Unidos la estructura de difusión sonora es ligeramente distinta
Fm estadounidense
Por un lado la FM representa el grueso de oyentes a nivel nacional, de eso no hay duda. Existe mucha cultura de escuchar la radio porque el estadounidense pasa mucho tiempo a bordo de su coche, cruzando las largas distancias que hay de su casa al trabajo y viceversa. Esto produce que también haya una demanda mayor y por tanto una mayor variedad en la oferta radiofónica convencional, como hemos visto antes.
AM estadounidense
En cuanto a la Onda Media, sigue siendo útil y hay empresas que aún sobreviven en esta banda, debido a que es más fácil cubrir grandes extensiones de terreno en estas frecuencias. Y Estados Unidos es muy grande.
Radio por Internet estadounidense
Sin embargo, la emisión a través de Internet en Estados Unidos tiene una cuota actual y un crecimiento significativamente mayor que en España.
En uno de mis viajes a Escandinavia en 2009 pude apreciar que las exposiciones de receptores de radio Wifi, como el Grace Mondo, no hacían más que proliferar y crecer en las cadenas de electrodomésticos. Cosa que he podido entender mucho después, cuando Noruega anunció que desconectará la FM el próximo 11 de enero de 2017. Era lógico que estuvieran promocionando estos receptores porque formaba parte del plan estratégico de digitalización y modernización de las comunicaciones comerciales.
En Estados Unidos no se están dando tanta prisa, pero, como en casi todo lo que tiene que ver con vender y con tecnología, el país lo está abordando de la forma que mejor se les da hacer las cosas: diversidad hasta la saciedad. Así, uno tiene cada vez más opciones para escuchar una misma emisora. Casi todas las emisoras en Estados Unidos tienen su emisión a través de Internet y muchas de ellas ya han conseguido licencia para emitir en otras plataformas.
SiriusXM
Esta es una de las plataformas más interesantes que me he encontrado en mucho tiempo: la radio vía satélite. 69 canales de música y otros 65 canales de deportes, noticias y entretenimiento. Y con un sistema de información en pantalla diez veces más avanzado que el tradicional RDS. SiriusXM es un gran invento, en especial pensado para el coche.
Ha sido un buen invento, sí, pero también con una fuerte estrategia comercial que ha cubierto todos los aspectos, desde la calidad de la programación, pasando por la experiencia de uso de los sintonizadores y terminando con la firma de acuerdos millonarios con los tres principales fabricantes de coches (Chebrolet, Ford y GMC) para incluir e serie receptores de radio SiriusXM en todos sus modelos. Además existe la posibilidad de comprar el módulo receptor de radio de manera independiente en cualquier tienda de electrónica (Radioshack) e instalarlo en el coche por un precio menor a 60 dólares.
Servicio de radio a través del 4G
En realidad es una categoría que pertenece a la emisión en streaming por Internet, pero merece una mención aparte porque su implementación es completamente distinta.
Por un lado, una de las tres compañías telefónicas más grandes de Estados Unidos (T-Mobile) anunció a finales de 2014 una tarifa de datos ilimitada (en España la tarifa máxima en aquel momento era de 3Gb) para poder utilizar todos los servicios de música a la carta en línea, como Spotify. Era interesante porque además se podía escuchar la radio de manera ilimitada, sin temor a quedarnos sin datos. En realidad no era ilimitada para todo. Ofrecía 3 Gb para datos «ordinarios», pero no contabilizaban los datos usados para escuchar radio o música.
Por otro lado, la implementación del 4G ha sido muy rápida en Estados Unidos en las ciudades y va realmente bien, con la velocidad real que promete. Para cuando se implantó una gran mayoría de los terminales móviles estadounidenses ya estaban preparados para el 4G.
Y por último los coches empiezan a tener conectividad 4G de serie. Tesla Motors fue el pionero, en su Model S, con una pantalla táctil de 17 pulgadas, navegador de Internet y funcionalidades específicas para la radio en streaming. Ahora los coches de alta gama en marcas como GMC también incluyen este tipo de conectividad.
DRM (Digital Radio Mondiale) y DAB (Digital Audio Broadcasting) en Estados Unidos
Durante los años que he vivido en Estados Unidos no he conseguido muchos datos al respecto, pero es cierto que su gobierno no está poniendo ningún impedimento o barrera tecnológica a la implementación de esta nueva manera de difusión. Estados Unidos está abierta a todo lo que sean nuevas tecnologías y está dejando que el DRM y el DAB se desarrollen con naturalidad. Al no interponerse, el país está delegando en el propio público la decisión de que sea finalmente una opción viable y definitiva, cosa que en este momento está en duda, debido al gran abanico de posibilidades, especialmente las opciones de Internet y SiriusXM.
La radio… el invento de Tesla que promocionó Marconi.
6. Sí, los estadounidenses sí saben lo que es un Podcast
Este es uno de los grandes dilemas en España. Considero que el podcasting es el familiar más cercano a la radio y tiene mucho que ver con ella. A fin de cuentas, la diferencia entre un podcast y la radio es la temporalidad, mientras que uno es un contenido enlatado pero permanente, la otra es algo en directo, en vivo, pero efímero. La evolución del podcast en Estados Unidos y en España presentan dos caminos completamente distintos, casi opuestos.
En Estados Unidos fue Apple quien lo popularizó al incluirlo en su plataforma iTunes–iPod y a día de hoy es una alternativa sonora de entretenimiento que está moviendo masas. No goza de la popularidad de los blogs, pero mantiene un público fiel y va creciendo año tras año. En España el podcast desembarcó casi al mismo tiempo pero quedó relegado a un pequeño grupo de personas que tenían conocimientos técnicos específicos y que también eran consumidos por ellos mismos.
De hecho la endogamia del podcast es uno de los temas más recurrentes en su asociación. Mientras que en España apenas ha evolucionado, (aunque sí que ha crecido), en Estados Unidos la concepción del podcast se está redefiniendo casi cada año. El mejor hito en la historia del podcasting fue en 2014, cuando algunas series emitidas exclusivamente en podcast se hicieron virales en la red y muy populares entre los más jóvenes. Se podía ver a los chavales y no tan chavales con sus auriculares por las calles enganchados a podcasts como Serial y Radiolab.
Radiolab: Imagina que alguien le dice al director general de RNE o de Cadena Ser que un podcast va a tener tanta audiencia como el Hoy por hoy, que va a tener tanta acogida que los programas ya no se emitirán desde el estudio, sino que saldrán de gira por todo el país, de ciudad en ciudad, haciendo todo un espectáculo de radio encima de un escenario, como Pepa Fernández en No es un día cualquiera. Si alguien le dijera a un director general de cualquiera de nuestras cadenas que un simple podcast podría conseguir todo esto se echaría a reír. Es impensable que una panda de zumbados por el podcast pueda conseguir todo eso. Y sin embargo eso es lo que está pasando en Estados Unidos. Radiolab es un programa de radio que trata sobre la curiosidad, las ideas, la filosofía y las experiencias humanas.
Han conseguido que la ciencia interese a los más jóvenes. Tienen un guión impecable, usan el lenguaje radiofónico de forma excepcional y saben llegar a un público que se mata por ir a las actuaciones en directo, como si fueran estrellas del pop. El programa en principio era un podcast, pero actualmente tiene acuerdo con más de 450 emisoras en todo el país. ¿Cuándo vamos a hacer en España algo así?
Serial: Es el último fenómeno mediático en audio. Debutó en octubre de 2014. Serial es un podcast con formato de periodismo de investigación que busca pruebas de casos incompletos o no esclarecidos. La fase de documentación es un cuidado proceso tan exhaustivo como el un departamento de criminología. Serial cuenta con la absoluta credibilidad del periodismo de investigación porque utiliza las grabaciones reales de los interrogatorios y las declaraciones de los sospechosos y culpables del caso.
Adicionalmente debo decir que me asombra el modo en el que cuidan la calidad de sonido, con un tratamiento muy especial de cada frecuencia, de cada voz, con selecciones musicales para dramatizar muy escogidas y pidiendo disculpas si la grabación que ofrecen (algunos casos son de los años noventa), no cumplen con el altísimo estándar de calidad. Todo el mundo está enganchado a sus historias (reales) y sin duda la fórmula mágica del éxito en este caso es muy parecida a la anterior: buen uso del lenguaje radiofónico, excepcional documentación y un guión insuperable.
Tanto en un caso como en otro las personas implicadas en los proyectos no cuentan con ningún antecedente en el mundo del estrellato y la fama de los medios tradicionales. Son personas apasionadas que han creado algo viral y que crece día a día. Cuando vives en Estados Unidos y escuchas un podcast así te preguntas en qué momento el podcasting dejó de ser un juego de niños para convertirse en una alternativa de radio a la carta real.
La radio… las palabras que quiero, cuando quiero, donde quiero.
7. Algunas emisoras funcionan por donaciones. Sistemas de financiación
Así es como se trabaja cuando se está motivado
Pero, ¿cómo se financian los proyectos Radiolab y Serial? Con donaciones. Exclusivamente. En Estados Unidos se ha demostrado que el modelo Crowdfounding funciona mejor que cualquier método de financiación anterior, en la era industrial. Es happy money: «Tú estás contento de pagar, yo estoy contento de recibir«. Las producciones tienen un nivel de calidad difícil de superar y sus participantes un nivel de compromiso que los oyentes se sienten agradecidos. Entonces el flujo de caja empieza a circular a raudales entre el equipo.
Serial es un poco más explícito con el asunto del dinero, anunciando en cada producción que cuando reúnen un mínimo de dinero suficiente, sólo entonces se ponen a producir un nuevo capítulo. Y el caso es que no paran de producir nuevos capítulos. Las personas, al menos en Estados Unidos, con agrado pagan aquello que han probado y les gusta.
No les importa hacer micropagos (cantidades de dinero que no les lleva a ninguna parte), con tal de volver a escuchar parte de un contenido tan brillante y depurado, imposible de encontrar en otro lugar. Me gustaría hacer una encuesta y preguntar a los españoles cuánto pagarían por hacer que la programación convencional actual continuase en antena. ¿Cuánto pagaría un español por que el matinal de la mañana de una emisora determinada continuase en antena tal como está? La realidad es que si sustituyeran al locutor y cambiaran el formato la gente seguiría pegada al transistor. Ya hemos visto casos anteriormente a lo largo de todo el dial español.
Las emisoras también lo hacen
En Estados Unidos se han dado cuenta que el método de publicidad tradicional se está quedando obsoleto. Es la filosofía de la publicidad por interrupción: «Hola, soy una gran marca y como tengo dinero te aguantas y me escuchas«. Pero la realidad es que no escuchan, oyen, como mucho… por eso se les llama oyentes.
La radio está cambiando en otros países. Muchas emisoras en Estados Unidos ya no conciben que una gran empresa haga enmudecer a los protagonistas de un programa de radio y dé la lata a sus oyentes con el mismo mensaje diez veces en una misma mañana. Por eso, algunas también viven de la financiación a través de las donaciones y e incluso afirman que les va mejor que antes. La gente paga no porque deba, sino porque con ese micropago quiere lanzar un mensaje: «Me gusta lo que haces y quiero que sigas«.
Mientras, en España, aún no hemos asimilado ni tan siquiera el sentido que tiene donar dinero a una causa en la que creamos. El único antecedente de donaciones que conocemos es la caridad, pero fuera de este contexto no nos atrevemos a abrir nuestros bolsillos para que iniciativas que nos apasionen sigan adelante. Como decía, una de las razones principales es porque la mayoría de personas «oye» la radio, no la escucha. En segundo lugar porque hacer microdonaciones en España implica el manejo de nuevas tecnologías que nuestra envejecida población no siempre puede manejar, además de los gravámenes e impuestos correspondientes.
La radio… el ruido selecto de nuestra cotidianidad.
8. La diferencia en los micrófonos
Hay quien me ha dicho que no hay gran diferencia entre la radio española y la radio estadounidense. Sin embargo yo veo muchas diferencias, hasta en los pequeños detalles… y el micrófono no es precisamente un pequeño detalle. En mi paso por la radio he notado que el micrófono, quizá el elemento más importante de cualquier emisora de radio, está en cierta medida subestimado.
Sennheiser MD-411 en España
En algún momento de la historia de la radio española, en los años sesenta, alguien decidió que el mejor micrófono disponible para locutar en la radio era el Sennheiser MD-411. Supongo que en aquel tiempo, de la mejor manera que pudo, el director técnico de alguna cadena (quizá la más grande de aquellos días) probaría algunos y escogió el que mejor le sonó, pero sin osciloscopios y generadores de señales o instrumentos de precisión parecidos para decidir cuál de todos los modelos ofrecía una mejor respuesta en frecuencia ante la diversidad de voces que suele haber en la radio.
Bien es cierto que en los años sesenta y setenta en las radios españolas se estilaba una voz más bien grabe y con un torrente de voz abundante, por lo que un micrófono que respondiera bien a los graves y con una amplia tolerancia a la presión sonora sería el ideal. Quizá por eso (no tengo la documentación), eligieron el Senngeiser MD-411… que era un micrófono diseñado para grabar bombos de batería. Así que todas las emisoras de radio, con el tiempo, adoptaron este modelo. Hay que tener en cuenta que el micrófono se usaba tanto en estudio como en exteriores y unidades móviles, lo que daba una idea de su versatilidad, o bien de la poca exigencia de los técnicos en aquella época.
El MD-421 en España, la saga continúa
Supongo que sonaría bien en aquellos tiempos de la AM. Cuando llegó la FM parece que no hubo quejas por parte del personal y continuaron con la saga, así que en los años ochenta empezaron a repartirse por todas las emisoras de España el modelo sucesor, el Sennheiser MD-421. El micrófono era algo más sensible, había cambiado en algo la impedancia, el conector era ya un XLR en condiciones, con malla de aislamiento… y sobre todo, lo más importante, seguía siendo igual de robusto… Y Sennheiser seguía asegurando en su catálogo que fue diseñado para sonorizar bombos de batería.
MD-441, Sennheiser mueve ficha
Ya a las puertas del siglo XXI Sennheiser lanzó a un nuevo sucesor, esta vez más versátil, hipercardioide y con un núcleo magnético cilíndrico que permitía una voz más cristalina y quizá algo menos resonante. Así que de nuevo, todas las emisoras de radio de España adoptaron este micrófono. Y la historia de la radio española reciente ha estado marcada por un micrófono que no ha sido diseñado específicamente para voz, específicamente para ofrecer al oyente la mejor calidad posible. Tal vez nadie habló con su fundador, Frank Sennheiser para explicarle que España necesitaba un micrófono específico para sus emisoras.
Hay que destacar, por las fotos que he podido ver a lo largo de mi vida sobre la historia de la radio, que los micrófonos de las radios españolas han estado siempre apoyados sobre la mesa, por lo que cualquier golpe no intencionado de un invitado, así como cualquier manipulación en la mesa donde estaban apoyados, era un ruido que se amplificaba a un primerísimo primer plano, entorpeciendo la labor comunicativa del interlocutor, al fin y al cabo el único fin de la radio, (el de comunicar). Cualquier golpe en la mesa era un ruido que salía al aire. He podido advertir que RNE llegó a suspenderlos en el aire a través de soportes para micrófonos, algo en mi opinión muy acertado, porque deja el espacio de las manos libres de obstáculos, evitando así posibles golpes.
Electro voice RE20 en América
En Estados Unidos y en el resto del continente americano en general, las cosas fueron muy distintas. La empresa que ha abastecido las radios de América se llama Electro Voice, que empezó su andadura en el mundo del sonido casi veinte años antes que Sennheiser y que fue el primer fabricante del mundo en incorporar imanes de neodimio a sus micrófonos, con lo que consiguió reducir el tamaño y peso de sus modelos, al tiempo que aumentaba su sensibilidad. Ya en los años ochenta lograron que se popularizara el famoso modelo RE20, usado por multitud de artistas y posteriormente por casi todas las emisoras de radio del continente.
A diferencia de los micrófonos en España, los Electro Voice RE20 se caracterizan por estar completamente suspendidos en el aire por un brazo articulado y dotado de unos muelles que amortiguaban las posibles y remotas vibraciones que pudiera haber en la mesa. Al estar suspendido el riesgo de ruidos indebidos en la emisión se reducían. Las manos permanecían más libres de obstáculos y el micrófono quedaba a la altura de la boca, aunque dificultaba la visión entre los interlocutores de una misma mesa, quizá algo no tan importante cuando se habla por la radio.
Shure SM7B, la alternativa para los locutores enérgicos
Como alternativa al Electro Voice RE20 y especialmente en emisoras musicales, en Estados Unidos se hizo famoso el Shure SM7B, por una extraordinaria respuesta en frecuencia con voces medias, haciéndolas un poco más graves y con mucha más presencia. Soporta mucha presión sonora y es ideal para emisoras de radio de estilo musical, donde se espera que el locutor pueda alzar la voz más de una vez.
Ambos fueron diseñados específicamente para voz en radio, o como ellos dicen, Broadcasting, y ambos fueron instalados en la mayoría de los casos con un brazo articulado para mantenerlo en el aire.
Las alternativas en España que nadie quiere
- Con el tiempo, otras marcas, como Neumann, han lanzado al mercado alternativas específicamente diseñadas para la radio, pero no han tenido mucho éxito entre los directores técnicos españoles, que siguen reponiendo los MD-441 cuando se dañan. Sólo en algunas emisoras de radio con equipamiento digital empiezan a verse modelos como el Neumann BCM 104. Algunos podrían pensar que el micrófono, por ser Neumann es más caro, pero la realidad es que cuestan lo mismo, especialmente desde que el Sennheiser MD-441se rebajó un 30% sobre el precio habitual que había conservado durante 15 años en el mercado.
- Por otra parte, RNE, siempre a la cabeza en cuanto a calidad de sonido, ha empezado a cambiar sus micrófonos en el locutorio, sustituyéndolos por unos de tipo «conferencia» con lo que han ganado en cristalinidad en la voz. Se pueden ver perfectamente en las fotografías del estudio principal de emisión 101, recientemente remodelado, coincidiendo con el 75 aniversario de RNE.
La radio… banda sonora de los actos simples de nuestra vida.
9. Los locutores y sus habilidades para la locución
Aquí habría mucho que decir… y no sé por dónde empezar.
Hubo un tiempo en que la radio era la casa de los locutores. Es decir, las personas que se formaban y se preparaban específicamente para prestar su voz en los medios de comunicación acababan trabajando en la radio. Poco a poco los cuadros de actores y locutores profesionales fueron sustituidos por periodistas. La cuestión es que conforme han ido pasando las generaciones los periodistas venían menos preparados para comunicar correctamente, con la voz menos educada, hasta llegar al punto de que hoy en día la mayoría (en mi opinión) de personas que trabajan en la radio son profesionales con formación periodística, pero sin una mínima idea de cómo usar su voz para comunicar eso que con buen criterio (podríamos hablar también de esto) , han seleccionado para los oyentes.
Hay profesionales que trabajan en la radio teniendo serias dificultades para poder mantener la voz a lo largo de una emisión, con problemas en las cuerdas vocales o no teniendo ningún tipo de formación específica para la locución. La radio española debería ser la casa de los locutores profesionales y, sin embargo, es la casa de los periodistas que en un gran número, nunca han recibido una formación específica para educar su voz.
Por supuesto, no puedo generalizar y es bueno señalar excepciones y casos notables de periodistas y comunicadores que saben usar su voz, dándole forma sonora a la información, facilitando la vida del oyente:
- Julia Otero (Onda Cero): Considero que es el paradigma de un profesional inoxidable. Vemos constantemente que cuando un profesional ejerce el mismo rol durante demasiado tiempo acaba por desvirtuarse, pierde las formas, se acomoda, baja el listón y a veces incluso pierde el respeto por el oyente. Cuando a un profesional le pasa esto es el momento de marcharse, pero no lo hace… En España tenemos mucho apego a nuestros puestos de trabajo. Bien, Julia Otero es de esos profesionales que llevan mucho tiempo haciendo un mismo formato, pero sin perder la compostura inicial y el respeto por el oyente y los invitados en todo momento. Es un caso excepcional digno de estudio, especialmente por el infinito y perenne respeto que tiene por sus invitados. Quizá habría que revisar el formato de su programa para hacerlo un poco más dinámico, pero chapó por una profesional incuestionable.
- Pepa Fernández (RNE): Otras de las grandes profesionales de nuestro país, con muchos años a sus espaldas, pero que hace un uso espectacular de su voz durante las emisiones en directo. No lo he medido, pero yo diría que habla ligeramente más lento que la media de sus compañeros de radio, siempre tiene muy bien colocada la voz y raramente se le va, aunque se esté riendo o bromeando con sus contertulios. Cabe destacar que su voz se mantiene firme a pesar de los constantes traslados por todas las ciudades de España. El programa No es un día cualquiera se caracteriza por ser bastante más ordenado que el resto en lo que a la intervención de los invitados respecta, lo que facilita que el mensaje llegue al oyente, o como dice ella, escuchantes. Considero que todos los que sintonizan la radio deberían ser escuchantes, personas que son críticas con lo que oyen y que realmente tienen la radio a su lado no por compañía, sino por una verdadera afección al contenido de calidad.
- Carles Mesa (RNE): Es un locutor que desde mi punto no tiene la exposición y reconocimiento que creo que merece. Al estilo de Pepa Fernández, (parece que fuera un sello de la casa), Carles pronuncia especialmente bien y habla con claridad y lentitud, cosa que se agradece. A pesar de ser catalán el acento no se le nota mucho, a diferencia de otros profesionales que no logran mantener un castellano neutro en una emisión nacional (de lo que también podríamos hablar). Por otra parte, su voz es especialmente agraciada y eso hace que resulte un placer escucharle.
- Carlos Herrera (Onda Cero): Sí, hay que reconocer que lleva muchos años, que a veces hace de las suyas, pero en lo que respecta a la voz es una de las más «templadas» de la radio, como las anteriores.
- Macarena Berlín (Cadena Ser): No, en realidad ella no es así, al menos hablando en televisión. No sé si será por las horas de emisión del programa o porque el programa se presta a ello, pero Macarena Berlín, hasta donde yo sé, es la profesional de la radio española con menor velocidad (más duración) en el habla que haya escuchado hasta ahora. Esto significa que sus palabras se deslizan una a una y es muy difícil que un oyente, ya sea a través de la radio o del teléfono, no haya entendido lo que dice correctamente. Se nota que habla bajo, pero no llega a susurrar. Al hablar con poca intensidad tiende a hacer el tono de voz más grave, pero articula muy bien cada una de las palabras y no impide su perfecto entendimiento. Hace un uso intensivo de los silencios y los maneja muy bien. Los procesadores de voz (máquinas que mejoran el sonido), se tienen que «volver locos» cuando Macarena entra en antena porque es la locutora que más silencios y más prolongados interpone en determinados momentos, (al menos de todo lo que conozco hasta ahora). Esto realza la intimidad de la radio en la madrugada y permite que el oyente que llama por teléfono se pueda relajar y dar rienda suelta sus pensamientos, (al margen del tipo de pensamientos que sean). Macarena Berlín es un caso digno de estudio.
- Otros muchos profesionales de (RNE): Considero que Radio Nacional de España es muy extremista en cuanto a la capacidad de modular y educar la voz de sus locutores. En esta casa se reúnen los mejores y peores que he escuchado, es decir, por un lado hay grandes voces que, sin ser mediáticas, se nota que han pasado por una escuela de locución o han sido pulidas por un profesional de la voz. Por otro lado están las voces inexpertas, personas especialistas en un área determinada, pero que no tienen grandes dotes de comunicación. He escuchado a especialistas de música clásica haciéndolo lo mejor que pueden, pero que se nota que no son profesionales de la voz. De cualquier manera estamos hablando de experiencia e inexperiencia, no como en otras casas, donde el locutor lleva años y años cometiendo exactamente los mismos errores una y otra vez, sin que tenga intención de remediarlo. Dudo mucho que no se hayan encontrado ya con alguien y no les hayan dicho que se lo hagan mirar.
Hay muchas más excepciones, muchos profesionales que lo hacen realmente bien en la radio. Muchos de ellos son poco conocidos porque son colaboradores de programas a horas intempestivas o bien porque trabajan en alguna radio local o comarcal en algún pueblo remoto de la geografía española. No obstante, poniendo todas las voces más o menos educadas al lado del grueso de personas que hay delante de un micrófono actualmente, el porcentaje de personas que se preocupan por ofrecer una voz adecuada al oyente es ínfimo. Y esto, a los ojos de cualquier profesional de la locución es sencillamente dramático.
En algunos países latinos, esos que nosotros llamamos países tercermundistas, se necesita un carnet aprobado por una institución competente para poder locutar delante de un medio de comunicación: un carnet de locutor. En esos países, esos a los que nosotros llamamos desorganizados, la locución es una actividad regulada, con tarifas generalizadas, con locutores sindicados y con un control muy exhaustivo de toda la actividad que se realiza a través de la palabra hablada en medios de comunicación.
La radio… la vida en sonidos.
La locución en Estados Unidos
No puedo dar datos estadísticos de cuántos locutores en Estados Unidos han formado su voz antes de salir al aire, pero por lo que he podido escuchar no he encontrado a demasiados inexpertos desgañitándose por una mala formación. De todas formas hay dos factores naturales de la cultura del estadounidense que afectan de manera positiva a los locutores:
- Ellos tienen la materia de Speech (Hablar en público u Oratoria) como una asignatura obligatoria a lo largo de toda su vida. En el colegio, en el instituto o en la universidad, cada uno de los estadounidenses que ha pasado por el sistema de enseñanza en aquel país ha tenido que superar varias veces el reto de dar una conferencia, una charla o una exposición verbal. Su formación para hablar en público se da por sentada, lo que ayuda bastante a tener un control sobre la voz a la hora de hablar en antena.
- Un locutor nunca tiene tanto peso de emisión. Como ya hemos dicho, la mayoría de emisoras estadounidenses son pequeñas, independientes y locales. Si un locutor no lo hace bien delante del micrófono quizá no pueda enterarme porque su emisión no llega hasta mi casa. Cada locutor es dueño de una audiencia muy pequeña por lo que el error es menos visible y afecta a menos personas. En España el grueso de la audiencia parece (EGM) que está centrado en alguna de las grandes cadenas, por lo que una persona que haya sido seleccionada para un directo nacional tiene una gran responsabilidad. En esos términos el error de un locutor español es más visible y afecta a más personas. Y eso no se debería permitir.
- En Estados Unidos la carrera de periodismo no es de las mejor pagadas, pero sí que es glamurosa y está bien vista. Los estadounidenses ven la carrera de periodismo como una puerta para trabajar en un medio reconocido, en radio, en televisión… son personas que un día serán líderes de opinión y escribirán libros para los trescientos millones de lectores. En España, como sabemos, ahora mismo la carrera de periodismo está siendo muy cuestionada y no estoy muy seguro de que los sueldos de las últimas generaciones estén llegando a los mil euros.
La radio… un mapa de sonidos para situarnos en nuestra realidad.
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