La historia de Ted Williams: el curioso caso de la voz de oro
Hoy me gustaría contarte una historia. Es una historia conmovedora de cómo un hombre resurgió de la mendicidad, para convertirse en uno de los locutores más importantes de Estados Unidos. Ted Williams: el curioso caso de la voz de oro.
Cuando las voces graves lo eran todo en locución
No hace muchos años, las voces graves y profundas de hombre era omnipresentes en todos los medios de comunicación. Incluso hubo un tiempo en el que era una condición muy favorecedora para que te escogieran como locutor o como actor de doblaje. Hoy en día la tendencia está cambiando, pero una voz con un timbre tan característico y una buena entonación sigue siendo un reclamo para las productoras. Y esto fue lo que pasó con el curioso caso de la voz de oro.
Ted Williams: El curioso caso de la voz de oro
El curioso caso de la voz de oro es en realidad Ted Williams, un afroamericano de Brooklyn, quien descubrió su pasión por la locución cuando era muy joven. Pronto su ímpetu le llevó a ser locutor nocturno de una radio de onda media en Ohio.
Pero a raíz de sus problemas con el alcohol y las drogas Ted vio cómo su vida caía en picado durante los años noventa. Su vida tocó fondo cuando ingresó en prisión por robos en varias ocasiones, la última en año 2004. Sin embargo, Ted nunca olvidó que había nacido con un talento natural: su voz. Con el tiempo se había convertido en un vagabundo y para sobrevivir detenía a los conductores de los coches en los semáforos, a los que ofrecía frases célebres de las estrellas de la radio a cambio de unas monedas.
Se pasaba el día con un trozo de cartón en la mano que decía: Tengo un gran regalo que me ha dado Dios a través de mi voz. Soy un locutor de radio que ha caído en tiempos difíciles. Por favor, cualquier ayuda será bien recibida.
A pesar de sus problemas, nunca dejó de locutar.
El descubrimiento
El curioso caso de la voz de oro estaba a punto de descubrirse una fría mañana de diciembre de 2010, cuando Doral Chenoweth, un periodista del Columbus Dispatch descubrió la manera que Ted tenía para pedir limosna sirviéndose de su gran talento. Su historia le pareció fascinante y la publicó en el portal del diario local. Le grabó mientras recitaba alguna de sus frases y colgó el vídeo en You Tube.
El propio Doral, como periodista, pensó que la historia no interesaría a mucha gente. Sin embargo, en cuestión de una semana el vídeo tuvo cinco millones de visitas y se convirtió en viral. La redacción del periódico se inundó con cientos de llamadas y de emails solicitando el contacto de Ted Williams para poder contratarlo. Incluso algunos guionistas de Hollywood se interesaron por los derechos de autor de la historia para llevarla a la gran pantalla.
El Auge
Las ofertas de trabajo no se hicieron esperar. El curioso caso de la voz de oro viajó por todos los medios de Estados Unidos y el 7 de enero de 2011 fue contratado MSNBC para hacer locuciones corporativas. Dos días más tarde firmó un contrato con Kraft Foods. Casi de la noche a la mañana Ted Williams pasó de ser un indigente sin nada que comer a ser una de las voces más cotizadas del país.
Se habla de que llegó a percibir la suma de diez mil dólares por la grabación de cuatro spots de treinta segundos cada uno para Kraft Foods.
Durante todo el año 2011 fue consiguiendo más y más exposición, al tiempo que trataba de resolver sus problemas de adicción y se reconciliaba con su familia, un camino que lo le fue fácil.
Mientras tanto, las cadenas de televisión pujaban por su presencia en los platós, designándolo como el hombre del momento, no sólo por su talento, sino por su historia de superación personal.
Muchos productores aseguran que tiene un timbre peculiar y un talento natural para la entonación.
Su carrera durante los siguientes cinco años fue ascendente, llegando a percibir más de medio millón de dólares en total por sus servicios como locutor. Incluso se anunció como candidato a presidente de los Estados Unidos en junio de 2015.
Si tienes un talento no desfallezcas, un día saldrá a la luz
Esta es la fascinante historia de un locutor que nunca dejó su talento atrás.
¿Te imaginas que Ted Williams grabase su propio podcast? Eso sí que sería fascinante.
Si tienes un talento, no desfallezcas, úsalo cuanto te sea posible. Un día saldrá a la luz.