¿Condiciona el precio del micrófono cómo percibimos su sonido?
La eterna discusión del precio del micrófono en relación a su calidad
Uno de los temas de conversación más recurrentes en el spoken-word production (radio, podcasts, audiolibros, audiodramas, etc…) ronda en torno al equipamiento mínimo que es necesario para crear una grabación profesional. En concreto sobre el precio del micrófono. A este respecto hay varias posturas:
- Los que van a lo seguro: Aquellos que no dudan en hacerse con el estándar de la industria, un equipo que ofrezca resultados predecibles y que haya sido probado durante años en multitud de estudios alrededor del mundo. Un caso típico de este perfil son los estudios de doblaje, donde apuesta generalmente por un Neumann U87 y un Avalon 737, una interfaz Avid y ProTools para editar el audio. Es una gran inversión, cierto, pero como hemos comentado, ofrece resultados predecibles, dentro del estándar profesional.
- Los que buscan la mejor calidad precio: Todos sabemos que las marcas tradicionales como Neumann o AKG son buenas, pero no son las únicas del mercado. De hecho hay más de 200 fabricantes de micrófonos en todo el mundo, lo que hace que algunos profesionales del sector experimenten con otros modelos. Buscando bien, podemos encontrar modelos que cuesten hasta tres veces menos y con una calidad similar.
- Los que consideran que se puede grabar casi con cualquier micrófono: En esa búsqueda del modelo perfecto, con la mejor relación calidad-precio, hay algunos profesionales que encuentran viable grabar con micrófonos de muy bajo presupuesto.
Como era de esperar, ninguna postura es totalmente errónea o acertada. En este aspecto no hay una respuesta absoluta, sino que el modelo de micrófono que vayamos a elegir depende de varios factores:
- Presupuesto: No tiene nada que ver si pensamos en invertir cifras de cuatro ceros que invertir menos de mil euros. Las expectativas serán completamente distintas.
- Aplicación: La tecnología de un micrófono cambia radicalmente dependiendo de la aplicación final. No es lo mismo un micrófono de campo que un micrófono de estudio o uno para directos.
- Estilo y color del sonido: Hay quienes prefieren el sonido coloreado de un micrófono de válvulas y hay quienes necesitan una respuesta más plana.
- Acondicionamiento acústicos del estudio: No todos los estudios están acondicionados de la misma manera. Incluso hay quien no tiene acondicionamiento acústico. Dependiendo de este parámetro la decisión puede ser completamente distinta.
- Configuración del resto de la cadena de audio existente: No es lo mismo si después de micrófono tenemos un previo a válvulas, una simple tarjeta de sonido o un channel strip.
- Diseño: Hay quienes están interesados en que el micrófono, además de bueno, tenga un diseño adecuado.
Por tanto, como ya hemos podido experimentar en la industria de la producción de audio, hay muchas y muy diferentes opiniones.
El mercado se ha abierto tanto que podemos encontrar de todo
Antiguamente todo era mucho más sencillo. Había pocas marcas, pocos modelos de micrófonos. Todos eran buenos, pero todos costaban mucho dinero. Y el precio era directamente proporcional a sus fidelidad con una precisión casi perfecta. Lo que invertías es lo que obtenías.
Hoy en día, con la democratización de la tecnología, podemos encontrar micrófonos de todo tipo, de diversas calidades y con todo tipo de precios. Y ahora, esa proporción entre el dinero que cuesta y lo que vale no está tan clara. A veces pagamos porque cierta marca es un valor seguro, otras veces pagamos porque tiene un buen diseño, otras veces por su calidad y en otras sencillamente porque está de moda. Aunque aún podemos ver esa tendencia entre la proporcionalidad y el precio, digamos que todo se ha desfigurado un poco. Y en medio de ese gran abanico, los precios pueden ir desde unos pocos euros hasta literalmente decenas de miles de euros. Podemos encontrar de todo.
Por un lado, modelos extremadamente caros, que por muy bien que suenen tienen un precio difícil de justificar. Un caso muy claro es el Telefunken C-12.
Por otro lado, podemos encontrar micrófonos con un precio realmente asequible y que ofrecen un sonido más que aceptable, como sería el CAD GLX2200.
Y aún en un tercer escalón podríamos encontrarnos micrófonos con un precio tan ridículo que cuesta creer que ni siquiera funcione, como el Neweer NW 800.
De modo que el precio del micrófono algo totalmente relativo.
¿En qué punto un micrófono deja de ser viable para profesionales?
Así que últimamente el debate se ha centrado no tanto en qué tipo de micrófono usar, sino en dónde está la delgada línea roja que separa un buen micrófono con precio ajustado de un micrófono barato con poca fidelidad. Es decir, dónde está el límite del precio del micrófono. Y es aquí donde aparecen todo tipo de publicaciones en Internet cada vez más polarizadas, especialmente en dos bandos:
- Los defensores de un equipo de alto presupuesto: Son profesionales que generalmente han desarrollado su carrera de forma tradicional y no conciben que su profesión se pueda ejercer de otra forma que no sea con un micrófono completamente fiable, de varios miles de euros. Además defienden que es un buen argumento de venta para convencer al cliente del potencial de su estudio y llevarse el contrato.
- Los defensores de lo relativo: Productores que han visto la evolución del mercado y que defienden que la grabación entre un micrófono barato y uno caro a partir de un mínimo de calidad, no es algo que un cliente pueda apreciar fácilmente. Es más, afirman que a veces ni los propios profesionales son capaces de distinguir la diferencia entre un micrófono de 2000 euros y uno de 200, por ejemplo. Incluso algunos argumentan que, según para qué aplicaciones, un micrófono de menos de 100 euros puede ser más que suficiente para hacer un buen trabajo.
Vamos a hacer un experimento
Todas estas ideas han generado a su vez una nueva línea de debate: Si la globalización ha permitido la creación de nuevos micrófonos a un precio menor, ¿hasta qué punto está justificado el precio de un micrófono de alta gama? En términos absolutos, objetivamente, ¿suenan igual un micrófono de 2000 euros que uno de 500? ¿Y uno de 2000 euros y uno de 100? ¿Podemos apreciar una diferencia evidente en la calidad de uno y otro? Es más, ¿el precio de un micrófono condiciona cómo percibimos su sonido? ¿Realmente por el hecho de que un micrófono sea más caro, supone que deba tener mejor calidad? Queremos saber cuánto hay de verdad en todo esto. ¿Realmente sigue habiendo una relación directa entre las prestaciones de un micrófono y su precio? ¿Acaso el precio no influye en la percepción que tenemos del micrófono?
Para empezar, ya hay experimentos que demuestran cómo un artículo con un precio más alto nos hace pensar que es mejor. Pero con un micrófono, parece que no todo está tan claro. El micrófono es algo tangible, pero sus resultados no lo son tanto. El audio es algo invisible, relativo, difícil de medir. Por tanto, ¿ocurre lo mismo con los micrófonos?
Por eso, para arrojar un poco de luz sobre si el precio del micrófono influye en la percepción de la calidad del mismo hemos hecho algunos experimentos.
¿El precio de un micrófono condiciona cómo percibimos su sonido?
Para responder a estas preguntas hemos hecho un pequeño estudio para comprobar cómo el precio de un micrófono puede afectar a nuestra percepción. Hemos dividido el estudio en dos partes.
Experimento 1: Relación de precio del micrófono 5:1
En la primera parte del estudio hemos seleccionado dos modelos de micrófono que tienen una relación de precio 5:1. Es decir, uno de los micrófonos vale cinco veces más que otro:
- Modelo 1: Neumann TLM 102, con un valor aproximado de 500 euros.
- Modelo 2: CAD GLX2200, con un valor aproximado de 100 euros.
Para llevar a cabo el experimento, grabamos una muestra de audio con los dos micrófonos, con la misma voz, al mismo tiempo y en el mismo estudio.
Después invitamos a 10 personas entre los que se encontraban 6 ingenieros de sonido, 2 consumidores habituales de contenidos de audio (audiolibros y podcasts) y otras 2 personas no iniciadas en el mundo de la producción del audio. Escucharon el audio alternativamente, sin decirles a qué micrófono pertenecía cada grabación.
Conclusiones del experimento 1
Estas fueron las conclusiones: Ninguna de las 10 personas que paticiparon en el experimento supieron distinguir qué micrófono era el más caro o cuál era el más barato. Algunos de los participantes, especialmente los ingenieros de sonido, podían distinguir el cambio entre las dos grabaciones. Esto significa que podía apreciarse un cambio de ecualización entre las dos muestras de audio, lo que puede ser totalmente natural. Aunque los dos modelos usan la misma tecnología de condensador, cada fabricante tiene sus propias patentes, sus propios métodos e innovaciones en sus modelos, lo que da como resultado un sonido característico en cada uno de sus micrófonos. Ese es uno de los puntos diferenciadores en cada marca de micrófono. No tienen porqué ser mejor o peor, sino que cada marca suena de forma distinta. Y cada usuario prefiere una determinada marca por ese sonido característico.
Por ejemplo, Neumann se caracteriza por tener un sonido brillante. Esto sucede porque la empresa fabrica sus micrófonos pensando en ofrecer mucha claridad en las grabaciones, aumentando al máximo la inteligibilidad. Y de alguna manera el TLM102 parece haber heredado esa característica, sobre todo en comparación con el CAD GLX 2200. Pero aún estas mínimas diferencias fueron insuficientes para saber cuál era cuál.
Lo curioso de este experimento es que aún tratándose de marcas diferentes y de modelos diferentes, con diseños completamente diferentes, fue difícil identificar el cambio entre una grabación y otra. Y fue prácticamente imposible identificar cuál era el micrófono más caro y cuál el de menor coste. Al ver que ni siquiera los propios expertos ingenieros de sonido podían distinguir cuál de los dos micrófonos era el que costaba 5 veces más, no hicimos ninguna prueba extendida con usuarios finales o con personas no iniciadas en la industria.
Experimento 2: Relación de precio del micrófono 1:25
Viendo que una relación 5:1 entre los dos micrófonos 5:1 no era suficiente, propusimos hacer otro experimento, pero con una diferencia de calidad más evidente entre los dos modelos de micrófono. Para ello, los modelos que seleccionamos fueron:
- Modelo 1: Neumann TLM 102, con un valor aproximado de 500 euros.
- Modelo 2: Neewer NW-800, con un valor aproximado de 20 euros.
Es decir, un modelo costaba 25 veces más que otro. En este caso, la relación de precio un modelo y otro es 1:25.
En esta ocasión encuestamos a 68 personas. Entre todos ellos podemos encontrar usuarios no iniciados en la industria del audio e ingenieros de sonido y podcasters.
Grabamos cuatro muestras de audio, dos con cada micrófono, siempre, con la misma voz, al mismo tiempo y en el mismo estudio. Las muestras de audio estaban divididas en dos grupos:
- Por un lado las muestras congruentes, donde el precio indicado correspondía con el verdadero micrófono.
- Y por otro lado, las muestras no congruentes, donde el precio indicado no se correspondía con el micrófono que estaban escuchando.
Los sujetos que participaron en la encuesta no sabían en qué momento estaban escuchando las muestras congruentes y cuándo no. Simplemente escucharon las cuatro muestras de audio de forma aleatoria, sin más pistas.
Conclusiones del experimento 2
En este experimento, la diferencia entre las muestras de audio se hicieron más evidentes. Lo suficiente como para extraer algunas conclusiones:
- La mayoría de encuestados supo detetar una diferencia de calidad entre los dos modelos, y calificaron el micrófono barato muy por debajo de su competidor más caro.
- El precio influye en la percepción de calidad del micrófono: Cuando los sujetos escuchaban el micrófono barato, efectivamente indicaron que la calidad era inferior. Y del mismo modo, cuando escuchaban el micrófono más caro, la mayoría de los sujetos notaba el aumento en la calidad de audio. Sin embargo, había un cierto sesgo en sus valoraciones. Si se les indicaba que el micrófono era más caro o más barato:
- Si escuchaban una muestra del micrófono más caro pero se les decía que era el barato, daban al micrófono una buena puntuación, pero ligeramente más baja que si les decíamos que era el caro.
- Lo mismo sucedió con el micrófono más barato: Si escuchaban una muestra del micrófono barato, en general, le daban una calificación baja, pero esta calificación empeoraba si les decíamos que era el micrófono barato y mejoraba sustancialmente si les decíamos que era el micrófono más caro.
En definitiva, los participantes se dejaban influir por el precio.
3. La influencia del precio es mayor en el micrófono barato: La percepción del micrófono barato tuvo una desviación mayor, como podemos ver en el gráfico, mientras que la percepción de micrófono más caro se mantuvo más estable. Es decir, cuando la calidad es peor, hay más dudas de si el micrófono realmente cumple con las expectativas que esperamos. En cambio, con un micrófono de calidad, hay menos dudas y el precio nos influye menos.
Conclusión, el precio influye en la percepción del la calidad
El precio influye en la percepción del audio e influye mucho más cuanto más barato es el micrófono.
Esto explica que las discusiones más acaloradas se produzcan alrededor de micrófonos de calidad media o baja y que las opiniones sean más moderadas cuando se habla de micrófonos de alta gama.