Las 24 leyes comerciales de la locución. Cómo ganar más dinero con tu voz
A lo largo de los años, después de participar en decenas de proyectos de Spoken Word Production, he conseguido reunir una serie de leyes comerciales que aplican a la locución y que pueden ayudarte a ganarte la vida con tu voz un poco mejor. Son solo apuntes que deben ser tomados como referencias, pero no como verdades absolutas. Es por eso que cada uno debe aplicárselo a sí mismo según lo vaya sintiendo:
1. Ley de los medios y los fines
La locución es un medio para comunicar un mensaje, no es un fin en sí mismo. Por eso los ingresos del locutor deben proceder de la participación en proyectos más grandes que la grabación en cadena de textos inconexos.
2. Ley de la adecuación
No hay voces buenas o malas, sólo hay voces más o menos adecuadas para un determinado trabajo. Hasta un reloj parado acierta en la hora dos veces al día.
3. Ley de la multidisciplinariedad
La locución es un arte, el desarrollo de un talento, si se quiere, que comprende muchas áreas. Las mejores locuciones nacen cuando el locutor, el editor, el creativo y el cliente están en la misma línea. Esto suele darse en muy pocos proyectos.
4. Ley de las rectificaciones
Un trabajo de locución no está terminado hasta que se extinga la probabilidad de una posible rectificación. Esto implica la seguridad de que el trabajo ha sido revisado por varios oídos distintos en diferentes fases del proyecto. Mientras tanto, habrá que conservar el expediente y los archivos relativos a ese trabajo o estar dispuesto a grabarlo todo desde el inicio.
5. Ley del micrófono
A partir del comienzo del siglo XXI y siempre que el micrófono tenga un precio mínimo, la calidad de un micrófono es directamente proporcional a la habilidad del locutor para hacerlo funcionar, no al precio.
6. Ley de la ubicuidad
El precio de una voz es directamente proporcional a su capacidad de estar en el momento justo y en lugar adecuado. Siempre habrá una voz más adecuada para ese proyecto, pero no siempre estará disponible. Parte de la facturación del locutor se basa en su capacidad de estar presente en el momento oportuno. Es mejor ser el primero en la mente del cliente que en el punto de venta. Es mejor ser el primero en ser recordado que ser el mejor. Esto requiere del desarrollo de una gran marca personal.
7. Ley de la globalización
Un locutor que no está presente en Internet sólo está explotando un 1% de las posibilidades de mercado.
8. Ley de la expresividad
La expresividad de una voz depende íntegramente de las horas de práctica del locutor, la formación del mismo y el calentamiento previo a la locución.
9. Ley de la interpretación
El atractivo de una voz depende en gran medida de su capacidad para interpretar, no de su timbre o de su caché.
10. Ley de la postproducción
La postproducción no sirve de nada sin una buena locución, pero ayuda a que algo bien hecho brille más.
11. Ley de la formación
La calidad de una locución suele estar relacionada con la inversión del locutor en formación durante el último año. La inversión mínima en formación debe superar el 10% de la facturación del locutor. Un 20% si es principiante. Una mayor inversión en formación coloca al talento inevitablemente en el top mundial de los locutores de tu idioma. No hay una barrera específica para entrar en el mundo de la locución, pero es muy recomendable entrar por la puerta de la formación de alta calidad. Sólo así habrá posibilidades reales de vivir de la locución.
12. Ley de los idiomas
Cada nuevo idioma o acento de idioma que maneje el locutor multiplicará exponencialmente sus posibilidades de facturación.
13. Ley de la competencia perfecta
El mercado de la locución se encuentra en un estado de competencia perfecta, es decir, que hay tantos ofertantes que los precios los fija el mercado, no el locutor. El factor de diferenciación no debe ser el precio, sino cualquier otra variable. Cuantas más variables mayor será la facturación.
14. Ley de la subjetividad
No importa lo buena que sea la voz de un locutor, ni lo buena que haya sido la toma, sino lo buena que le parezca al cliente. La percepción del cliente lo es todo en la negociación. Puede que un profesional sepa qué voz y qué toma es la mejor, pero el cliente puede elegir otra peor sencillamente porque así lo percibió y no es algo que se deba tomar como personal.
15. Ley de la especialización
Aunque la industria de la locución se haya pasado años resistiéndose, la división en infinitas subcategorías es inevitable. Esto supone que a un locutor le irá mejor cuanto más se especialice en un tipo de contenido o categoría. Es posible que puedas hacer locuciones para publicidad, e-learning e imagen corporativa, pero te irá mejor cuanto más concentres tus recursos en un sólo campo. Dedícate a ser el primero en una determinada categoría. Por el contrario puedes ir ampliando cuanto quieras en otros idiomas o acentos. Tus recursos seguirán concentrados, pero accederás a nuevos públicos, lo que aumentará tus posibilidades de facturación. Una categoría, varios idiomas. Ese debería ser tu plan de expansión.
16. Ley de la higiene vocal
El mantenimiento de la voz de un locutor implica una serie de tareas hábitos ineludibles. Ignorar estos hábitos traerá consecuencias a largo plazo, que de una forma u otra, afectará a la facturación: no fumar, no beber, llevar una una dieta equilibrada, ir al dentista cada seis meses para asegurarse que ninguna pieza dental afectará a la pronunciación.
17. Ley del precio
El precio de un locutor es el mínimo que está dispuesto a aceptar. No de media, sino el mínimo. Depende de cada locutor entender cuál es el mínimo.
18. Ley de la entonación
La base de la locución es la entonación. Un locutor debe ser especialista en esta materia para asegurarse de que maneja todos los parámetros y registros de su voz. Aparte de la interpretación, la entonación es una de las disciplinas en la que más debería enfocar su formación.
19. Ley de la cadena de audio
Una buena locución depende en gran medida de la cadena de audio que se le aplique. En términos generales debería ser: EQ> Compresor > De-esser > Limitador multibanda > Efecto psicoacústico.
20. Ley de la huella sonora
Es imprescindible para la voz del locutor tener siempre una misma huella sonora. En términos electroacústicos, debe sonar siempre exactamente igual.
21 . Ley de la demo
Un locutor sin demo no es locutor. Necesita varias demos, una por cada especialidad que domine en el mercado. las demos genéricas no son efectivas porque los seleccionadores siempre buscan algo concreto. Una demo bien hecha necesita de un hilo conductor, un formato de storytelling a ser posible.
22. Ley del guión
El guión afecta directamente a la calidad de la locución. El locutor no debe aceptar cualquier guión.
23. Ley del calentamiento
La calidad de una locución es directamente proporcional al tiempo de calentamiento previo. Los ejercicios de calentamiento nunca ejecutarse durante un tiempo inferior a 10 minutos.
24. Ley de las licencias
La locución terminará siendo un negocio de licencias. La única manera sostenible de poder vivir de la locución en el largo plazo es establecer una tarifa de royalties por uso de la voz. Esta ley cobra más importancia cuanto más avanza la tecnología, en especial cuando contemplamos las licencias de voz para sintetizadores, emuladores e inteligencias artificiales. Nunca se debe prestar la voz a un sintetizador si no es mediante licencia o royalties. Eventualmente los locutores trabajarán para licenciar sus voces a empresas de voces sintéticas. La labor del locutor será cuidar su marca y gestionar sus licencias correctamente.