La magia del branded podcast
Los podcasts de marca no son novedad. El concepto lleva años rondando, aunque muy pocos han logrado convertirse en referentes reales dentro del sector. La mayoría se queda en intentos tibios, mientras el escuchante sigue buscando otras propuestas que de verdad enganchen.
Hasta hace poco, muchas agencias y marcas veían el branded podcast como un riesgo innecesario. Preferían invertir en patrocinar programas ya consolidados, con audiencias creadas. Pero algo ha cambiado: en los últimos años el crecimiento del podcasting ha sido tan explosivo que nadie quiere quedarse fuera.
Solo en Reino Unido, en 2019, se escucharon más de 65 millones de horas de podcasts a la semana. La industria entera ha despertado. Las marcas han comprendido que no basta con hacer ruido: necesitan una estrategia clara y una voz propia en este medio.
¿Para qué sirve un podcast de marca?
Un podcast no es la vía rápida para conseguir seguidores en redes o suscriptores de newsletter. Esa expectativa es equivocada. Su valor está en otro lado: la construcción de marca y la relación a largo plazo con la audiencia.
Comparar las escuchas de un podcast con las visualizaciones de un vídeo en YouTube es un error. Son medios distintos, con lógicas distintas. Donde un vídeo se mide por alcance, un podcast se mide por compromiso. Y ahí está la clave: en nuestros proyectos hemos visto tasas de escucha de más de 28 minutos por episodio. Esa atención sostenida es impagable.
Estrategia a largo plazo
Un buen ejemplo es Natwest. Desde 2017 apuesta por el podcasting con un compromiso real y sostenido. Su serie Championing Women’s Voices demuestra que el éxito no nace de un par de episodios improvisados, sino de la constancia y la visión a largo plazo.
El podcasting no es un golpe de efecto, es una siembra. Los episodios antiguos siguen generando escuchas meses o incluso años después de publicarse. Es contenido de largo recorrido, siempre disponible para nuevos oyentes.
Creatividad sin fórmulas
Otro caso inspirador es Zendium, una marca de pasta de dientes que creó 2 Minutes of Zen. Un podcast que dura lo mismo que tardas en cepillarte los dientes. Un formato breve, ingenioso y perfectamente alineado con el producto. Demuestra que no hay recetas únicas: algunos programas funcionan en dos minutos, otros necesitan dos horas. Lo importante es encontrar la medida que encaje con la marca y con la audiencia.
Oportunidades que esperan
El terreno está todavía abierto. Sectores como salud, deporte o finanzas personales tienen huecos enormes para ser ocupados por marcas con propuestas frescas. Imagina un podcast de entrenamiento firmado por Adidas, o un banco digital hablando de dinero de forma clara y cercana para los más jóvenes. Hay espacio, hay necesidad y hay oyentes esperando.
No es magia, es compromiso
El branded podcast no es una moda pasajera ni una fórmula secreta. Es una apuesta estratégica. Requiere constancia, creatividad y paciencia. Las marcas que lo entiendan tendrán una voz auténtica en un medio que, más que nunca, está definiendo la relación entre empresas y personas.